martes, 25 de noviembre de 2014

JESTER'S TREE NAPARBIER Y WEYERBACHER

THE JESTER'S TREE nace de la colaboración entre una de las cerveceras más sólidas de España, NAPARBIER, y los americanos WEYERBACHER. Este verano se estrenó en USA y ahora está llegando embotellada esta joya en forma de Imperial IPA con una sensacional etiqueta de Antonio Bravo, que representa un Jester rodeado de ramas de árbol.


Luce de color naranja oscuro tirando a rojizo y con turbiedad. Espuma blanquecina con buena presencia.

Olor a mango, piña y resiña con fondo a cereal dulce y melocotón. Desde luego muy sugerente en nariz.

En boca encontramos sabores pináceos, de hierba, sensación a naranja junto a una buena base de malta que aporta consistencia.
De cara al final de trago afloran más los sabores tropicales con piña, mango y un deje a limón con un amargor potente en boca que se queda en lengua y garganta pero rodeado de suntuosidad y contrapunto maltoso que hacen muy equilibrada la cerveza. Se trata de una Imperial IPA muy a la americana.



En la etiqueta no pone su porcentaje de alcohol, pero buscando información sobre ella descubro que tiene 9,2% y 100 IBU, toda una bomba de relojería, y además riquísima. El alcohol no se nota apenas, de hecho nunca habría pensado que tiene tan alta graduación.

Un auténtico cervezón fruto del trabajo de estas dos grandes cerveceras.


Curiosidad: Siempre me gusta aportar un dato curioso sobre la cerveza en cuestión. En este caso, contacté con WEYERBACHER para saber más sobre el nombre JESTER´S TREE y pude saber que está relacionado con la imagen por la que WEYERBACHER es conocida, y es su Jester (o Jocker) que aparece en sus botellas a raíz de su famosa Barley Wine BLITHERING IDIOT, que lo lleva en la etiqueta. El por qué del "Tree" es cosa de NAPARBIER pero aún no lo he podido averiguar.

   (9/10)


  

viernes, 14 de noviembre de 2014

ALEMANIA 2014: DÜSSELDORF ZUM UERIGE

ZUM UERIGE quizá sea la fábrica de cerveza, restaurante y bar más famoso de todos las que hacen Alt en Düsseldorf. En los toldos de su entrada se puede leer: "Todo lo demás es sólo Alt (bier)"



Para ponernos en situación, decir que UERIGE empieza su andadura en 1862 con la adquisición de sus instalaciones por parte de Wilhelm Cürten, un hombre con bastante mal humor que sólo dejaba el edificio para ir a misa, de ahi que tuviera bastante tiempo para elaborar cerveza. "Uerige" significa eso, malhumorado, y de ahi el nombre de la que es una de las cerveceras icónicas de la ciudad.
Durante la II Guerra Mundial el edificio de enfrente fue bombardeado 1943, y al año siguiente otro ataque destruyó la fábrica de cerveza que fue reconstrida en 1945, creando también una nueva taberna.
En 1976 se hizo cargo Joseph Schnitzler, el heredero de la SCHUMACHER, de la que hablé en la primera entrega. De hecho, ahora se ocupa de ella su hermana Gertrudis Schnitzler.
Desde 1999 se hace cargo su hijo Michael.

El edificio contiene numerosas estancias con zonas de bar y restaurante y los espacios que componen la fábrica de cerveza y destillería, donde también producen whisky y licores de alta graduación.


Sus cervezas son:

UERIGE ALT: 4,7%. Buque insignia de la casa y su cerveza más consumida. Se recomienda no tomar pasadas ocho semanas desde su producción.

UERIGE ALT (SIN FILTRAR): 4,7%. Es la versión sin filtrar de la UERIGE ALT. Se embotella en cantidades limitadas para quien quiera disfrutar de una cerveza en su estado original antes de ser filtrada.

UERIGE STICKE: 6%. Sólo disponible en la taberna en enero y octubre.  "Sticke" significa secreto, y es que sólo en esas fechas está disponible en el bar, donde un grupo reducido de gente asiste a la apertura del primer barril. ¿A quién no le encantaría asistir a algún evento así? Sin duda la tradición cervecera alemana nos deja momentos así a los que debe ser un privilegio poder estar.

UERIGE DOPPELSTICKE: 8,5% Creada en 2005 para el mercado estadounidense, es su cerveza más alcohólica. Recomiendan no tomarla más allá de las ocho semanas desde su elaboración.

UERIGE WEIZEN: 4,7%. Su cerveza de trigo. Su fecha de consumo es de cuatro meses desde su elaboración.

La calle del UERIGE, Berger Strasse, 1, está repleta de mesas normalmente abarrotadas de gente tomando la cerveza que se fabrica en su interior.



Nosotros optamos por comer dentro. Ahi pudimos probar sus filetes empanados tan típicos en Alemania con ensalada de pepino, rábano y patata con mostaza.



La cerveza estaba sublime, muy posiblemente la mejor Alt que probamos en el viaje. Se sirve por gravedad en barriles de madera.



Su espuma es abundante. El lúpulo estaba fresquísimo, predominando más que la malta y sobretodo destaca por un gran sabor que llena la boca. Sensación herbal que refresca bien contrarestada por su carácter maltoso de fondo que le da un toque dulce.



Todo allí se hace de manera tradicional, te apuntan las cervezas y platos que pides en un posavasos y a la hora de pagar cuentan las rayitas que hay. (Si os fijais, en el posavasos de la foto hay dos rayitas).

Parte de su carácter "local" y artesano también está en que los camareros ni siquiera hablan inglés. Hablamos español con un hombre que era descendiente de españoles más que inglés con cualquiera de los demás trabajadores. Su menú tampoco está traducido. No lo digo como aspecto negativo, sino como dato.



Sin duda, una visita obligada en Düsseldorf.




miércoles, 12 de noviembre de 2014

MI INTERNATIONAL STOUT DAY: #INTSTOUTDAY'14

Desde el blog de RUBIAS, MORENAS, NEGRAS... se nos invitaba a participar en el INTERNATIONAL STOUT DAY brindando con cervezas negras, ya sean stouts, porters, etc. Desde el 6 de noviembre hasta el día 9 era el plazo para tomarlas y luego comentarlas aqui.



Yo lo empecé el día 6 con una cerveza que venida desde el sur de Polonia está cosechando buenísimas críticas. Se trata de PINTA y en esta ocasión de su Oatmeal Stout DOBRY WIECZÓR.



Creo recordar que al principio de verano me hice con ella y he esperado hasta estos días de más frío y menos horas de luz para abrirla, siendo una buena opción para este evento.

Luce negra y con una espuma marrón claro. En boca es sedosa, con cuerpo consistente pese a sólo tener 4,5%. Esta stout de avena es deliciosa, destacando matices a chocolate y un recuerdo a fruto maduro y cereal tostado.
El lúpulo es suave, dejando el protagonismo a la malta quemada que hace un gran juego.
Sabrosa y con presencia y todo ello con bajo alcohol, haciendo de ella un gran trabajo de estos polacos.



Curiosidad: Tengo motivos para pensar que esta cerveza empezó siendo una cerveza navideña ya que cuando fue sacada llevaba el nombre de Wesołych Świąt, que significa Feliz Navidad, antes de adoptar su nombre actual Dobry Wieczór, que significa simplemente Buenas noches.



El día 7 le turno le llegó a otra cervecera foranea, también de moda en su momento, y hoy aún también: HITACHINO NEST y su ESPRESSO STOUT, una cerveza de la que había escuchado muy buenas opiniones, con granos de café añadidos en su elaboración. Una Imperial Stout de 7%.



De color negro, le acompaña una espuma marrön de mucha consistencia y duración. Tiene muy buena presencia en el vaso.
En el aroma se nota la malta quemada y café negro, ligeramente licoroso.
En boca entra suntuosa y cremosa, con café fuerte directo al paladar. El final de trago tiene un deje a regaliz, que aporta una sensación fresca en la lengua. Por el contrario, una sensación licorosa aporta calidez.



Buen cuerpo, robusta. Una delicia esta excelente japonesa con sabor potente a café.


El día 9 domingo quise cerrar el evento con una nacional. Me la traje de la Feria Alimentaria de Barcelona y no quise pasar la oportunidad de probar en botella lo que ya probé allí en barril.



La ESPIGA BLACK IPA tiene 6,5%. Luce negra y con espuma marrón cremosa y muy abundante que se podía recoger con cuchara. Tanto fue así que tuve que esperar buen rato a que fuera disipando ya que la eché demasiado en vertical, además de que el vaso teku contribuía a que la espuma permaneciera compacta. Sobresalía del vaso y era imposible beberla sin mojarse la nariz de espuma.

Su aroma recuerda a chocolate y regaliz.
En boca destaca chocolate, cacao y regaliz de cara al final. El amargor lo vi bastante sutil aunque presente, predominando las maltas en esta black IPA que aportan los matices dichos pero dejando entrever también un toque a hierba y cítrico del lúpulo.


Resultó muy cremosa y agradable. Es la segunda vez que la pruebo y creo que ha mejorado con el tiempo con un sabor mucho más redondo y los lúpulos encajando perfectamente.


Tres cervezas dignas del evento y a la vez diferentes entre sí, tocando varios estilos y disfrutando de buenos petroleos.